miércoles, 21 de septiembre de 2011

Argentina: un país en serio, el desarrollismo tardío y una pequeña recomendación para correr por izquierda al oficialismo.


Desde hace bastante tiempo tengo la sensación que avanzamos hacia un pasado que no pudo ser, para alcanzar un presente que esta en crisis en los países centrales, es por esto que me parece que es imprescindible conocer el pasado para entender el presente y poder construir un futuro con mirada innovadora.

Hace unas semanas atrás leer : “Lo que está tratando de hacer el kirchnerismo es reconstruir la sociedad que en la década del 70 la queríamos destruir desde la izquierda. Volver a un capitalismo que tenga de base el sector industrial, con empleo y redistribución” y “El neoliberalismo está a la vuelta de la esquina” , me hizo reafirmar en cierto sentido esa sensación, también, debo decirlo, comenzar a leer el libro del autor de las frases.

Quizás por la actual situación política institucional y económica podríamos suponer que se logró alcanzar ese slogan de campaña que decía “Argentina, un país en serio”, quizás también por esta razón parecen posibles, hoy en día, interesantes debates sobre el modelo de desarrollo económico y hacia donde nos lleva el camino.

Siendo un convencido que la política define el rumbo que se toma, también tengo la sensación que la discusión que se viene en el mundo debería encarrilarse, por lo menos, teniendo en cuenta algunos de estos puntos que plantea Boaventura de Sousa Santos en esta carta:

Primero, el mundo se diversificó y la diversidad se instaló en el interior de cada país. La comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo; no hay internacionalismo sin interculturalismo.

Segundo, el capitalismo concibe a la democracia como un instrumento de acumulación; si es preciso, la reduce a la irrelevancia y, si encuentra otro instrumento más eficiente, prescinde de ella (el caso de China). La defensa de la democracia de alta intensidad debe ser la gran bandera de las izquierdas.

Tercero, el capitalismo es amoral y no entiende el concepto de dignidad humana; defender esta dignidad es una lucha contra el capitalismo y nunca con el capitalismo (en el capitalismo, incluso las limosnas sólo existen como relaciones públicas).

Cuarto, la experiencia del mundo muestra que hay inmensas realidades no capitalistas, guiadas por la reciprocidad y el cooperativismo, a la espera de ser valoradas como el futuro dentro del presente.

Quinto, el siglo pasado reveló que la relación de los humanos con la naturaleza es una relación de dominación contra la cual hay que luchar; el crecimiento económico no es infinito.

Sexto, la propiedad privada sólo es un bien social si es una entre varias formas de propiedad y si todas están protegidas; hay bienes comunes de la humanidad (como el agua y el aire).

Séptimo, el siglo corto de las izquierdas fue suficiente para crear un espíritu igualitario entre los seres humanos que sobresale en todas las encuestas; éste es un patrimonio de las izquierdas que ellas han estado dilapidando.

Octavo, el capitalismo precisa otras formas de dominación para florecer, del racismo al sexismo y la guerra, y todas deben ser combatidas.

Noveno, el Estado es un animal extraño, mitad ángel y mitad monstruo, pero, sin él, muchos otros monstruos andarían sueltos, insaciables, a la caza de ángeles indefensos. Mejor Estado, siempre; menos Estado, nunca


Bueno, digo, que seria más interesante el debate por estos lares, si empezáramos a escuchar estas cosas para correr por izquierda al oficialismo, ayudaría para levantar el techo, digo, bah, me parece.

Saludos Cordiales.

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