jueves, 24 de junio de 2010
Créase o no.
"Parados desde otro lugar, los argentinos, con la lucidez y la firmeza que permite la calma, le expresaron a toda la clase dirigente argentina, y de un modo más que contundente, su nueva demanda: "Ya me compré la batidora, ahora quiero un proyecto". Ven que el mundo se quedó sin receta. Y que se esfumó ese falso halo mágico de edén que siempre se le pretendió dar. Clausurado Ezeiza como la puerta de entrada al paraíso, mejor ponerse a pensar en qué hacemos con lo que tenemos. Y eso implica debatir y diseñar qué país queremos."
Llegamos a esta nota publicada en el diario La Nación gracias a Diego F. de Mundo Perverso, vale la pena leerla completa y reflexionar un ratito o ¿no?.
Algún día teníamos que empezar a entender que algo olía mal en Dinamarca.
Bueno, igualmente y solo por las dudas, nos despedimos como siempre esperando que la mano invisible nos proteja y hasta la crisis que viene.
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