Los muchachos ruralistas siguen en su cruzada apocalíptica, esta vez con el tema de la lechería, anduvieron protestando en el cruce del Camino de Cintura y la Ruta 3, como podemos leer en los relatos de su vocero institucional Guillermo Gonzalez que con la ayuda de su pluma épica afirma categóricamente que están en La guerra blanca y A punto de quebrar.
Nos detendremos, de curiosos que somos no más, en el párrafo en el que el amigo y vecino periodista sostiene sin sonrojarse: "..La queja número uno es el porcentaje en el que el productor primario participa del valor final de los lácteos. La participación en las ganancias del sector no tienen transparencia, la cadena de comercialización que finaliza en el consumidor tiene dos eslabones débiles, -que no ponen los precios- el primero y el último. En el medio se encuentran los que se quedan con la porción mayor de la torta. En mayo de 2007 se cobraba aproximadamente 78 centavos el litro de leche que se vendía a 1,70, lo que representaba una participación del 45 por ciento en el valor final. Ese porcentaje se fue modificando hasta llegar dos años más tarde, a 75 centavos por litro y en los supermercados no baja de 3 pesos. Una injerencia de sólo el 25 por ciento. En el medio una sarta de mentiras y engaños de Cristina Fernández, Néstor Kirchner, Guillermo Moreno, “los Fernández” Cheppi, Echegaray y compañía. La mentira del peso por litro. Precios en baja para el productor y en alza en las góndolas, el mundo del revés..."
Nos vamos a abstener de mayores comentarios, solamente destacar que realmente tiene una extraña cadena de valor la lechería argentina, que en el eslabón del medio no tiene industrias lácteas sino al Gobierno Nacional, según esta desopilante versión de los amigos ruralistas.
Vamos a repetir nuevamente con que repasen algunas viejas lecturas para reflexionar el tema, a pesar que insisten en que no entienden de que se trata, además les recomendamos de forma gratuita que en lugar de cuentos del siglo XIX, sería mas conveniente que recurrán a unos buenos asesores económicos para no seguir errando al diagnóstico de como resolver la situación económica del sector.
Mas luego, sí persisten en que es mas fácil seguir protestando por "la maldad" de los funcionarios públicos, ya no es cuestión de no entender de que se trata la economía, mas bien se trata de mala leche, no más que eso.
Que la mano invisible nos ayude y hasta la crisis que viene.
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